Una muestra de algunas camisetas personalizadas que he hecho últimamente.
Un Árbol Sagrado
Después de un largo tiempo sin escribir por aquí, hoy me apetece compartir una de mis pasiones: «los libros» y en concreto un fragmento de la leyenda del Drago Milenario que leí en un libro sacado de la biblioteca y titulado: «Árboles de leyenda»,un libro en el que se hace un pequeño reconocimiento a los árboles ,a los beneficios de su preservación y la importante contribución que hacen a la mejora de las condiciones de vida humana.En el libro aparecen cinco historias de árboles españoles,con el aspecto mágico que guarda la leyenda,ilustrado y documentado cada una de las historias con fotografías del árbol,lugar donde se encuentra,su contexto histórico y consejos para su visita.
El Roble Valentín,La Encina La Terrona,El Tejo de Barondillo,La Olivera Milenaria,me han gustado todos,pero comparto un pequeño fragmento , por ser el que he visto y más cerquita tengo del «Drago Milenario»:
«Yeray,los árboles tenemos savia dentro,¿verdad?Pues yo no.Yo tengo sangre roja.Sangre milagrosa que te hace inmortal.Que te vuelve invisible.Que te cura cuando estás enfermo.¿No te lo crees?Pues mucha,mucha gente sí lo hizo.Escucha con atención.»
Hace cientos de años,esta isla tenía por habitantes unos aborígenes,los guanches.Vivían dentro de las cuevas que había ido creando la lava del Teide.Se vestían con pieles de animal y eran expertos pastores y pescadores.Sin embargo,se les había olvidado cómo navegar.Por eso nunca salieron de «Achinet»,que era como llamaban a Tenerife,ni sabían que cerca de ellos había más islas llenas de volcanes como el Teide.
Lo que si sabían era que los dragos tenemos una savia milagrosa.¿Sabes cómo lo descubrieron,Yeray?Fue una tarde de agosto,en el Beñesmer,la fiesta de la recogida de la cosecha que se celebraba todos los años.
Ese día,los más jóvenes hacían alarde de su valor realizando desafíos arriesgados.Zabenzuí fue uno de ellos.Delante de los demás guanches,quiso subir a lo más alto de mi copa para coger el fruto más inaccesible.Pero,ay,cuando estuvo apunto de cogerlo,se me partió una rama y Zebenzuí se precipitó contra el suelo con un gran estruendo.De mi rama rota y vencida empezó a brotar savia.Y ante los ojos de todos,mi savia se volvió roja como la sangre al entrar en contacto con el aire.
Mi sangre brotaba y brotaba,cayendo sobre Zebenzuí.Entonces se produjo el milagro.!Todos pudieron ver cómo las heridas de Zebenzuí se cerraban inmediatamente al mezclarse con mi sangre!
Gracias a esto,me convertí en un árbol sagrado para los guanches.
Y hasta aqui el pedacito de la historia del Drago Milenario,y espero conocer al resto de los árboles sagrados en algún momento.
Buen día!!!!
Guayarmina Torres
Creando con María
Siempre me he sentido atraída especialmente por las artesanías, pequeños y grandes detalles en los que se puede percibir un poco o un mucho del alma que lo realiza, objetos que cobran vida y significado para quien los posee.
María, es una de esas personas que ama lo que hace y lo plasma en cada unión que realiza, ella es la creadora de las bolsas de tela y mochilas, entre otras cosas, a las que yo, con gran placer pongo mis colores.
Aqui os dejo unas palabras suyas, palabras que trasmiten su sentir:
Así como el hilo se une a la complementaria aguja y ambos cumplen su misión, cuando con mis manos uno las telas creando la nueva forma, me nutre la magia de la satisfacción personal y durante ese instante de paz conmigo misma, siento que mi misión está cumplida.
Aunque es cuando Guayi pinta los arbolitos de colores del arco iris, que la sinergía se integra y estas formas recién nacidas se transforman en mariposas que enamoran y alegran los corazones de quien las mira.
Gracias María.
En Unidad
Caminando me acerco hasta tí,
te miro….
esperando una señal que me indique que te apetece mi contacto,
sonrío….
y me siento a tu lado, con mi espalda apoyada en tu tronco,
en silencio…..
escuchando el sonido que hacen tus ramas al bailar con el viento,
suspiro…..
y te siento…
y me siento…
Guayarmina Torres